Postparto
A los 5 meses de tener a mi hija, una amiga me recomendó que fuera a hacer acupuntura con Anna porque estaba muy cansada, había tenido un postparto muy duro y tenía miedo de caer en una depresión postparto por qué me estaba costando horrores adaptarme a la vida de mamá. Al principio estaba un poco nerviosa porque las agujas no me gustan nada, pero Anna es muy atenta, sensible y me siento muy cuidada cuando me trata.
Y para mi sorpresa, no todo el tratamiento es con agujas, usa unos conitos de moxa, una hierba especial que se enciende con un incienso para dar calor a un punto, que es tan relajante que casi me quedaba dormida. A las pocas sesiones estaba más relajada y animada y a pesar de estar cansada porque con la bebé dormía poco, no tenía tan mal humor ni me entraban esos arrebatos de tristeza.
Ahora ya hace 2 años de todo esto, pero continuo haciendo una sesión cada dos meses, o antes si veo que lo necesito. Porque veo que me va bien y igual que me cuido de otros aspectos de mi vida, sentirme en calma y relajada es esencial para mí. Muchas gracias Anna, por tus cuidados y cariño, sin duda ya sabes que te recomiendo.